lunes, 12 de septiembre de 2011

¡¡No más veranos estudiando!!

Se acabaron las vacaciones y comienza, para alegría de unos y resignación  tristeza de otros un nuevo curso. Pero yo soy de la opinión de que hemos de empezar con mucha energía, planeando a grandes rasgos lo que se nos viene encima y anticipándonos a las futuras dificultades.

Especialmente complicado es el inicio del curso para aquellos a los que septiembre no les ha dado los buenos resultados que esperaban. Enfrentarse a un curso superior arrastrando asignaturas anteriores, requiere una adaptación extra a una situación que, de no atajarla, aumenta en dificultad como un alud que cae ladera abajo sin freno alguno.

Como profe particular, el mes de septiembre es el mes del estrés. Muchos padres recurren en el último momento a una ayuda extra, cuando el examen ya está casi encima . No hay que llegar a este extremo. Si tus hijos necesitan ayuda, es mejor dársela desde el principio. Ten en cuenta, que cuanto antes reciban clases particulares, con mayor eficacia serán aprovechadas, por varias razones:


  • Hay más tiempo para detectar las dificultades de aprendizaje, y los "puntos negros" de las asignaturas.
  • El profe particular podrá ir evaluando los avances del alumno, adaptando los ritmos a su aprendizaje. De hecho, si hay un buen progreso, puede no ser necesario tener profe particular el curso completo, o se pueden ir reduciendo las horas.
  • El alumno está más concentrado si recibe 30 clases distribuidas en 2 horas por semana durante el curso, que en los 15 días antes de un examen. El rendimiento por hora es siempre mayor cuanto más distribuidas estén las horas de clases.
  • Si empieza un nuevo ciclo con asignaturas pendientes del anterior, el alumno tendrá que preparárselas por su cuenta los próximos meses. Puede que no sólo necesite ayuda para entender la asignatura, sino además un aporte de disciplina extra que le ayude a ir trabajando la materia poco a poco. No vuelvas a dejarlo todo para el último momento.
  • Si se inicia el nuevo curso con asignaturas de un nivel superior a las que ya de por sí tiene pendientes, el alumno se encontrará completamente perdido en clase, pudiendo llegar a sentirse frustrado y finalmente, acabará rindiéndose en esa asignatura. Resultado: no sólo no aprobará la asignatura del nivel pendiente, sino que con toda probabilidad, se sumarán la del nivel superior. En este caso, la ayuda del profe particular al inicio del curso no sólo se centrará en las asignaturas pendientes, sino que podrá enlazar los contenidos de la asignatura de manera global (en todos los niveles), facilitando su aprendizaje.


En definitiva, si septiembre no ha sido todo lo satisfactorio que debería, y piensas que tus hijos necesitan ayuda, este es el mejor momento. ¡¡No más veranos estudiando!!

Un saludo,
Esther.

No hay comentarios:

Publicar un comentario