Por qué tener un profesor particular

Cuando tus hijos tienen problemas para aprobar una asignatura de manera continua, un profesor particular es una buena solución y muy efectiva.

Algunas de las ventajas son:

• El profesor se centrará en las carencias principales del alumno, realizando una adaptación perfecta a sus necesidades y a su ritmo de aprendizaje.
• Un conocimiento más individualizado del alumno, nos sirve para orientar los temas y los ejercicios, realizando actividades que capten su atención.
• Aunque el objetivo sea aprobar un curso determinado, el profesor particular se orienta al verdadero nivel del niño en la materia que se trate, rescatando errores de aprendizaje pasados. Este suceso es bastante habitual en asignaturas de ciencias, especialmente en las matemáticas.
• No sólo enseñamos ciencias o letras. También podemos enseñar técnicas de estudio y hábitos de trabajo que podrán adoptar a lo largo de su vida de estudiante.

En definitiva, actuamos como un entrenador personal, guiando y motivando a los chicos, siendo un complemento perfecto a sus estudios obligatorios.

Pero no todo son ventajas...:

• Un profesor particular no debe servir para hacer los deberes del alumno. Sería contraproducente, ya que se trata de reforzar y no de aligerar el trabajo.
• Tampoco sustituye a la supervisión paterna de los estudios del alumno.
• Se requiere constancia y tiempo. No se consiguen buenas notas en tiempo récord. Es mejor tomar un par de clases a la semana durante todo el verano, que dar clases intensivas 15 días antes del examen.

Por tanto, si piensas en un profesor particular para reforzar el estudio de tus hijos/as y mejorar su rendimiento académico, elige a un profesor/a profesional y con experiencia.

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